Detrás de cada punto de color en una obra puntillista se esconde una verdad poderosa: para ver la imagen completa, primero hay que salir de los detalles.

Lo mismo ocurre con los desafíos públicos. Si se observa solo una fracción de la realidad —como la violencia en una guerra— se pierden de vista todas las fuerzas invisibles que la componen: factores políticos, sociales, humanos. Solo ampliando la mirada es posible abarcar su complejidad.

Este enfoque fue clave en nuestro trabajo con la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes, donde entendimos que cada desafío público requiere que nos alejemos para después poder acercarnos. Fue evidente en casos como las problemáticas de acceso desigual a la salud en zonas rurales, donde entendimos que no bastaba con enfocarse solo en la infraestructura sanitaria. Era necesario analizar factores como la educación, la cultura local y el transporte, que también influyen directamente en la calidad de vida de esas comunidades.

Utilizando al puntillismo como un ejemplo sencillo pero diciente de la complejidad que quería desarrollar la Escuela, la ayudamos a encontrar su verdadera esencia, con un relato que capturara la amplitud y la profundidad de su misión:
“Enfrentamos la complejidad de los desafíos públicos desde sus múltiples dimensiones y actuamos para transformar la vida de las personas y sus contextos.”

Este mensaje encapsula el enfoque integral que define su labor. Así como en el arte puntillista cada punto contribuye al todo, en la Escuela de Gobierno se reconoce que cada disciplina, cada mirada, cada enfoque aporta a la solución de los grandes retos sociales. En Tell, entendemos que para contar una gran historia, hay que tener la capacidad de ver todo el cuadro.